Aclamémosle con cánticos

 

Aclamémosle con cánticos

Si es verdad que «Venid, aclamemos», dicho una sola vez, va más allá que veinte «Id y aclamad», ¡cuánto cuidado han de tener aquellos a quienes Dios ha elevado a un lugar eminente en que sus ejemplos puedan ser escaleras de Jacob para ayudar a los hombres a subir al cielo, no piedras de tropiezo, como Jeroboam, atravesadas en el camino para hacer pecar a Israel. Charles Herle

 Dios está presente en todas partes, pero hay una presencia peculiar de la gracia y la gloria ante la cual los hombres deben acudir con la más profunda reverencia. Nuestra adoración debe hacer referencia al pasado como también al futuro; si no bendecimos al Señor por lo que ya hemos recibido, ¿cómo podemos de modo razonable esperar más?

Aclamémosle con cánticos. Hemos de aclamarle rebosantes como los que triunfan en la guerra, y de modo tan solemne como los que se expresan mediante salmos. No siempre es fácil unir el entusiasmo a la reverencia, y es una falta frecuente el destruir una de estas cualidades al esforzarse en pos de la otra. Es de temer que esto lo olvidamos en los servicios ordinarios. La gente tiene la impresión de que deben estar tan serios que parecen hallarse afligidos, y se olvidan de que el gozo es también una característica del culto verdadero como lo es la solemnidad. C. H. S.

Jehová ha entrado en un pacto con nosotros ha entrado en un pacto con nosotros, y de entre todo el mundo nos ha apartado a nosotros para ser sus elegidos. Si otros rehúsan darle homenaje, nosotros se lo daremos alegremente. El es nuestro, y nuestro Dios; nuestro, por tanto le amaremos; nuestro Dios, por tanto le adoraremos. Feliz el hombre que puede sinceramente creer que estas palabras son verdaderas con referencia a él mismo.

Por favor deja tu comentario, nos bendeciría mucho saber si te bendijo o no o tu opinión. Dios te bendice

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